PRESENTACIÓN

Bienvenidos a todos a este humilde espacio desde el cual compartiré con vosotros mis vivencias matutinas diarias relacionadas con el mundo del surf y la cultura. Intentaré acompañar con imágenes los baños de surf mañaneros que me doy casi a diario, cuando los factores meteorológicos lo permiten, en nuestro pequeño "paraíso atlántico".
Desde mi honesta opinión, creo que se trabaja mejor relajado y no con el estrés que acompaña a esta ciudad desde primera hora de la mañana. Todas las noches me acuesto imaginando las olas que voy a surfear a la mañana siguiente. Y, créanme, duermo mejor.
Desde pequeñito no me gustaba madrugar para ir al colegio. Y al llegar a la adolescencia mi madre creyó que me iba a corregir; se equivocó. Me subía a la guagua con mi tabla, mientras los demás se subían con maletines y carpetas al mismo tiempo que soltaban por su boca -mejor se fuera a estudiar, lo de la tabla no le dará de comer-. Parecían enfadados cuando lo decían. Sin embargo, yo miraba "el glassy" a través de la ventana con una sonrisa de oreja a oreja. Lo que no sabía nadie es que yo trabajaba a mediodía y estudiaba por la noche. Y ahora de pureta sí que madrugo, pero para pegarme un baño temprano. Luego me voy a currar, pero a gusto.
Después de tantos años he llegado a la conclusión que mi reloj biológico está al revés. Será por eso que nunca sufro "jet lag" cuando viajo.

A continuación muestro las imágenes de los baños de ayer y hoy:

Hasta aquí, las de ayer.

Y esto es lo que dio de sí el día de hoy.